Como cada jueves de este año, el tío Pablo vino a cenar el jueves pasado para despedirse, pues se acababan sus días en Barcelona y regresaba a Menorca el sábado. Cenamos pizza y alitas de pollo, y hasta comimos helado de postre, todos menos Lucas que para ese momento ya dormía plácidamente.
¡Lo echaremos de menos! Esperamos poder ir a visitarlo a "s'illa de Menorca" o bien tenerlo de vuelta muy pronto. Por ahora, estamos contentos con la visita inesperada que nos hizo el sábado cuando perdió su avión y tuvo que quedarse con nosotros hasta el domingo. ¡Que viva el hombre sin destino!
3 comentarios:
Qué buena foto...
Divino Lucas se nota que quiere mucho al tio!!!!
Bala
me encanta la sonrisa de Lucas.
mitin
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