El lunes cayó una GRAN nevada en Barcelona. Según dicen, no caía nieve así desde 1962. Lucas y mamá estaban en casa, y cada tanto miraban por la ventana a ver cómo iba la cosa. Los copos caían enormes y dejaban blancos las motos, las bicis, las calles, los balcones, los cables, los toldos vecinos, las hojas de los árboles. Mamá quería que Lucas viera la nieve. Esto es lo más cerca que llegó a estar de ella: Lucas sentado dentro, el balcón nevado fuera, y por primera vez un abrigo de osito (con orejas y todo) que nunca había tenido ocasión de ponerse. Como verán, no le hizo mucha gracia lo del gorrito y rápidamente se lo quitó, por lo que tocó cerrar la puerta de inmediato y volver a resguardarnos del frío.
Papá que venía andando desde el trabajo hizo unas fotos geniales que se pueden ver
aquí.
4 comentarios:
Las fotos estan geniales, las de Lucas y las de la calle, buen recuerdo para el futuro ya que como bien dicen esto no es usual y hay que disfrutarlo mientras dura asi esten un poco congelados.
mitin
Encantador ese osito ¿puedo jugar con él?
¡Qué guapísimo y blanco osito!
Por eso nevó, para que Lucas pudiera vestirse de osito. Guapísimo.
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