Mi amiga Alejandra escribía el otro día en su blog algo a propósito de lo graciosos que son los niños de 3 años que van diciendo cada cosa que se les ocurre. Los más grandes ya no dicen tantas cosas disparatadas, digamos, pero de vez en cuando sueltan alguna. Así fue el otro día con Lucas.
Miraba atento un paquete de cigarrillos y leía la advertencia (leer: lee todo, y a veces hay que tener cuidado con lo que se deja a su alcance porque luego vienen las preguntas...). La advertencia decía algo en la línea de que los hijos de fumadores tenían más riesgo de convertirse luego en fumadores. Lo leyó, nos miró. Y entonces dijo: "Yo nunca voy a fumar." Silencio, lo oímos, tomamos nota. Pero luego aclaró: "Bueno, a lo mejor lo pruebo."
1 comentario:
Qué gracia Lucas con su pinche Ipad y tentando al destino... Ya veremos en unos años si cumple. Abrazos
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